Los y las estudiantes acceden a los contenidos y las clases desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar.
Los y las estudiantes aprenden tanto de sus docentes como de sus compañeros y compañeras.
La persona que cursa a distancia desarrolla la autonomía y responsabilidad, ya que elige cómo estudiar adaptando sus tiempos según sus responsabilidades profesionales y requerimientos familiares.
Los y las estudiantes son protagonistas de su educación en el marco de un aprendizaje activo y participativo.